Visita al volcán Bromo y viaje a Yogyakarta

by admin · Published May 25, 2015 · Updated January 8, 2017

Tras despertarnos a las 3.30 de la mañana, con mucho cansancio encima, nos montamos en el Jeep 4×4 que vendría a recogernos al hotel, con dirección al mirador de Pananjakan, para desde aquí ver el amanecer del volcán Gunung Bromo (2392 metros.) dentro de la Caldera de Tengger y el humeante volcán Semeru al fondo. La ruta se puede hacer andando, pero hay que madrugar bastante y casi todo el mundo la hace en Jeep o moto hasta los miradores.

Mapa de Bromo

Hay que intentar subir temprano porque se acumula muchísima gente en los miradores, sobre todo en el que se encuentra más arriba (Pananjakan, 2700 metros). Nosotros pensábamos que llegábamos temprano y casi llegamos de los últimos. Nos costó trabajo encontrar un buen sitio para hacer fotos. El Jeep es bestial, tiene que pasar por unos sitios de agárrate y no te menees. La niebla no deja ver nada, y en ocasiones nuestro conductor tuvo que conducir con la cabeza fuera del coche para intentar ver mejor… de película! Tuvimos un poco de miedo, ya que el coche iba a toda pastilla y no se veía ni un pimiento.

Con el Jeep que nos subió a Penanjakan

En torno a una hora se llega a unos 500 metros del mirador de Pananjakan. No se puede avanzar hasta justo el mirador debido a la cantidad de Jeeps que se encuentran aparcados en la carretera. Os recordamos que hay que abrigarse bien. Cemoro Lawang está a 2.000 metros de altura y hace frío, sobre todo si el tiempo está nublado. El mirador, está más alto aún, a 2700 metros. A estas alturas hace bastante frío y es imprescindible la ropa de abrigo. El tiempo es muy cambiante y en general hay bastante niebla y nubes. Se puede ver a nativos alquilando mantas y abrigos e incluso vendiendo té caliente en los miradores. Los abrigos de alquiler rondan los 10.000 IDR.

Sobre las 4:45 am-5:20 am el sol va apareciendo por el horizonte y deja poco a poco vislumbrar un entorno rodeado por un mar de nubes, que no dejan ver el mar de ceniza que rodea al volcán Bromo. Poco a poco se va distinguiendo el cráter del Bromo y el las fumarolas del volcán Semeru (el pico más alto de Java con unos 3676 metros de altura).

Vistas del amanecer desde el mirador de Pananjakan

Bajando al mar de nubes

Sobre las 6:00 am volvemos al Jeep para bajar al cráter del Bromo. Poco a poco la niebla va desapareciendo según avanza el día. Los Jeeps aparcan en una zona marcada, así que el resto del camino hasta el volcán se tiene que hacer andando o a caballo. Al principio no nos queda otra que fiarnos de los guías porque no se aprecia donde está el volcán Bromo, la niebla nos impide ver más allá.

Dentro del cráter del Bromo. Niebla, caballos y Jeeps

Poco a poco la niebla desaparece, y el volcán se aprecia a lo lejos:

En un paisaje lunar

En la Luna

Yo no había tenido nunca una sensación igual, creía por un momento estar pisando la Luna, en vez del planeta Tierra. El volcán “Gunung Bromo” es uno de los lugares más bellos de Indonesia con un paisaje lunar de proporciones inmensas que te provoca un cierto sentimiento de final del mundo.

¿Es esto la Tierra?

Tras una caminata de 40 minutos (6:40 am), caminando sobre una explanada de ceniza, llegamos al pie del Bromo, desde el cual se puede divisar ya sin problemas el monte Batok que aparece en la siguiente imagen. La niebla sigue ahí!! Todo el camino transcurre sobre ceniza volcánica que se levanta con las pisadas de personas y de los caballos.

El monte Batok de fondo

Desde aquí, y tras subir unos 250 escalones, llegaremos a la cima del Gunung Bromo. Los escalones están llenos de ceniza, y a veces te falta un poco de aire, pero no es una subida complicada. El esfuerzo merece la pena. Las vistas desde el borde del cráter, que desprende una leve pero constante fumarola blanca sulfurosa, es de una belleza sobrenatural.

Escaleras a la cima del Volcán Bromo

En lo alto del Bromo, viendo el humo salir desde dentro

Panorama de las escaleras desde la cima del Bromo

Tras unos 20 minutos disfrutando de las vistas, decidimos regresar. Hubo tiempo de acordarnos de la despedida de soltera de Maria y les mandamos un selfie desde el monte Bromo. Nos hubiera gustado quedarnos mucho más tiempo para disfrutar de todo este paisaje pero es lo que tienen las visitas organizadas, que no puedes salirte del horario prefijado.

Los 2 con el monte Batok al fondo

Al volver hacia el área marcada como parking para los Jeeps, nos topamos, ahora sí, con el Templo Hindú Pura Luhur Poten. Los monjes del templo deben dedicar el día a barrer el suelo porque está justo en todo el cráter. A la ida, debido a la niebla, no nos percatamos del templo.

Templo Hindú Pura Luhur Poten

La niebla empieza a desaparecer. Al fondo el Bromo y las escaleras

Parking de Jeeps y caballos en el cráter del Bromo

Al llegar al parking, nos costó un poco encontrar nuestro Jeep, eran casi todos iguales, y con la niebla de antes era imposible saber donde estaba el coche aparcado. Volvimos al hotel a recoger nuestras pertenencias y desayunar. Al rato, nuestro coche ya estaba esperándonos para bajar hasta Probolinggo , donde tendríamos que coger el siguiente coche hasta Yogyakarta. Este es un punto de encuentro, donde la gente espera en las diferentes agencias a ser llevados hacia Bali, Yogyakarta, visitar el volcán Ijen, dirección el aeropuerto…, por lo que es normal encontrarse con gente esperando el intercambio de coche. Estuvimos esperando entorno a unos 40 minutos.

Cambio de coche, dirección Yogyakarta en Probolinggo

Menos mal que la furgoneta que nos recogió era una furgoneta bastante cómoda. Estuvimos avispados, y nos metimos los primeros para coger los asientos que están justo detrás del conductor, que son los que tienen más espacio para las piernas. El viaje sería largo, entre 6 y 8 horas normalmente. Nosotros tardamos casi 7. Nos encontramos en esta ocasión a las chicas ( la italiana y la australiana ) que habíamos conocido en Ubud con las que estuvimos intentando alquilar un coche para abaratar gastos,

Comimos en el que al parecer es el restaurante donde siempre paran, incluso los que vienen de Yogyakarta, o al menos eso nos comentó una pareja que iba con nosotros en el coche. El sitio se encuentra en “Jl Raya Saradan km3 Caruban”.

Un “mie goreng” nos costó 27.500 rupias, mientras que un “nasi capcai “y un zumo de naranja 27.500 y 17.500 rupias respectivamente.

Llegaríamos tarde a Yogyakarta, así que en una de las paradas que hizo el coche sobre las 14:25, entramos en un indomaret (en la carretera JL Raya Trowulan 66 – Mojokerto) a comprar algunos aperitivos para el resto del viaje. Pongo los precios porque siempre viene bien tener una referencia:

Una botella de agua mineral 1.5 litros – 4200 IDR
Una cocacola . 3950 IDR
Una bolsa de pop corn – 9300 IDR
Una bolsa de futos secos – 13900 IDR
Unas galletas Maria Roma – 6200 IDR

Una de las parejas que iba en la furgoneta tenía un hotel reservado. El conductor no sabía donde estaba, y les dejó a bastantes kilómetros de Yogyakarta, no sabemos muy bien la razón y llegamos a pensar que se los quitó de encima. Nosotros teníamos reserva en un hotel, que al parecer si conocía el conductor. Lo habíamos reservado en Ubud, era el OstiC House.

Al parecer el hotel era nuevo, y no tenía ni siquiera cartel, y estaba dentro de una plaza a la que se entraba desde una callejuela. Estuvimos sin exagerar más de 30 minutos dando vueltas sin encontrar el hotel. El pobre conductor preguntaba a todo el mundo. Se bajaba del coche, corría a preguntar, y volvía blasfemando “Oscic, Osctic, Ostic!!”, creo que querría estar diciendo algo así como.. “donde co*nes estará este hotel”. Al final hubo suerte, porque estábamos ya pensando que nos habíamos quedado sin hotel y que la reserva sería un tongo. Ni que decir que el hotel es uno del os mejores del viaje, limpio, el personal muy amable, nuevo, y con todas las comodidades.

Las chicas de Ubud, no tenían hotel y se aventuraron a encontrar uno por la zona centro. Al día siguiente las vimos y nos comentaron que encontraron hotel sin problemas.